20 Sep LUIS EDUARDO MUÑOZ : de Conductor a Responsable de Área.
UN EJEMPLO DE COMPROMISO Y FIDELIDAD
El protagonista de hoy es nuestro compañero Luis Muñoz. Natural de Archidona, casado, padre de 2 hijos, amante del deporte y de la carretera.
La historia de Luis es de crecimiento, adaptación, esfuerzo y superación, un ejemplo puro de compromiso con la empresa.
Luis empezó como conductor en Antequera en el año 2003 de cubre vacaciones. Hoy es Responsable de Área en el departamento de Internacional, nos narra cómo ha sido su crecimiento dentro de la empresa.
¿Cómo fueron tus inicios en Acotral?
Empecé como conductor para cubrir vacaciones por lo que no tenía ruta fija. Esto duró poco tiempo, ya que a los 3 meses ya hacía Antequera-Jaén-Antequera, ruta que mantuve durante los siguientes 2 años.
¿Lo mejor de esa época como conductor?
Lo mejor sin duda, aunque parezca recurrente, es el buen ambiente de trabajo; el trato con las personas; el trato fluido tanto con mi UPC, en ese momento Domingo Barrueso; como con mi RA, José Rico, como con el resto de conductores. Todos nos conocíamos y el día a día nos permitía compartir buenos momentos, siempre buscando un servicio 10 a nuestro cliente.
¿Cómo surge la oportunidad de ser Jefe de Tráfico?
Desde un principio mostré mi interés por crecer dentro de la empresa, a pesar de no tener experiencia en tráfico. Mi formación fue en el mundo de la enseñanza Diplomado en la especialidad de educación física, pero mi atracción por la carretera me llevó a este mundo tan intenso del transporte.
Después de 2 años como conductor, Nacho Giménez, director de Nacional en esos momentos, me propone promocionar a jefe de tráfico. Reto que acepté muy ilusionado, con miedo por lo novedoso e incierto de no llegar a dar la talla en esa nueva etapa.
¿Cómo recuerdas esa época?
Los primeros meses fueron duros, durísimos; sobre todo, tras la marcha de uno de los UPC del que heredé una zona bastante complicada. Llevaba toda el área de Barcelona, Valencia, Alicante y Murcia.
Tengo que reconocer que hubo momentos en los que pensé tirar la toalla, pero no es algo propio de mí, por lo que gracias al apoyo de mi mujer, mi cabezonería y mi orgullo de no dar un paso atrás… decidí sacar adelante el proyecto con el convencimiento de ser capaz de realizar un excelente trabajo.
Cuando me comprometo con algo lo hago hasta las últimas consecuencias. Había dado mi palabra y eso me ayudó a sobrellevar esa etapa.
¿Lo más difícil del día a día?
Lo más difícil, era el cubrir las aproximadas 100 cargas diarias; además de gestionar 40 camiones propios. Buscarles cargas a todos ellos para optimizarlos al máximo.
Además, en esos momentos, nuestra comunicación con el cliente era sólo vía telefónica y por fax. Como anécdota, de diario entraba a las 09h y por las tardes cuando casi todo el mundo marchaba, a mí me estaba entrando los perecederos del día siguiente, dos lagrimones cuando te faltaban camiones. Los sábados, trabajaba por las mañanas en casa controlado los vehículos y por las tardes me iba a la oficina sobre las 18:30h a esperar que entrara la ruta de perecedero de los lunes de Valencia y veías que se había quedado sin papel el fax. Ponías los folios y te pasabas el tiempo viendo como salían 300 hojas. Los domingos recibir la llamada de las 14h para recibir los perecederos de Alicante.
¿Y lo mejor? ¿Qué tiene este trabajo que os mantiene “enganchados”?
El ambiente. Yo digo que los de operaciones estamos hechos de otra pasta, somos un grupo especial, un grupo de chalados que nos gusta la marcha. Es un mundo con bastante tensión, hay que cumplir horarios y no se pueden cometer equivocaciones. Créeme hay tantas casuísticas y premisas que afectan, que hace muy complejo el proceso…. Optimizas flota de camiones, pero también personas (cada uno de su padre y madre), a veces más psicólogo que gestionador de cargas. Pero a todo esto le acompaña el buen ambiente, el gran compañerismo… Una persona que no se integre, dura poco en el departamento de operaciones. Es necesario disponer de UN EQUIPO.
¿Y una persona que lleva toda su vida en un camión, trabajando quizás de manera más autónoma, cómo vive el cambio de encontrarse de pronto en una oficina con tanta tarea administrativa?
Yo lo llevé muy bien, siempre me había gustado el trabajo administrativo. De hecho justo al acabar la carrera me saque una formación de administrativo (800 horas), por lo que cambiar la carretera por la oficina no me supuso ningún “trauma”, era hacer algo distinto, pero algo que también me gustaba.
Eres diplomado en magisterio en la especialidad de Educación física, ¿por qué decidiste dedicarte al mundo del transporte?
La verdad es que fue curioso: en aquellos entonces el servicio militar era obligatorio. Me ofrecieron ser profesor en el cuartel, había muchos soldados que no sabían ni leer ni escribir. Pero preferí sacarme los carnets de camión, al fin y al cabo, era lo único de provecho donde invertir ese periodo de tiempo. Cuando terminé, un amigo me ofreció trabajar como conductor en su empresa y ahí empezó mi andadura en este sector. Siempre me ha fascinado la carretera.
¿Y cómo llegaste a ocupar el puesto de Responsable de Nacional?
Seguí como jefe de tráfico varios años, hasta que Miguel Angel Herrera, director de Nacional, me ofreció ser RA en el departamento. Acepté, aunque sabía que iba a ser otro reto difícil; ya que sería el primer responsable de área en operaciones. Ahora tenía que dejar de estar en la pura operativa y pasar a gestionar equipo y controlar su trabajo.
Gracias a la confianza puesta en mí, fuimos creando el puesto poco a poco.
Con el tiempo la empresa fue creciendo y con ello llegaron otros Responsables de área. Y aquí, una vez asentado en el puesto fue Borja de Torres quien me propuso incorporarme como uno de los responsables para el futuro del nuevo departamento de Internacional. Para mí fue muy importante que, de nuevo, se contara conmigo para un proyecto tan importante y complejo. Me comprometí a pesar de que la distancia hasta el puesto de trabajo aumentó considerablemente, pasando de trabajar de Antequera a Málaga y de nuevo surge la incertidumbre por el nuevo proyecto junto la ilusión y las ganas.
Como despedida, cuéntanos cómo haces para, después de 14 años, seguir con la misma motivación e ilusión.
A pesar de que, como en todas las etapas de la vida, tienes altibajos, ME GUSTA. ME GUSTA MI TRABAJO. Soy de las personas que si no están a gusto en un lugar, prefiero irme con la cabeza alta antes que estar decepcionado. Es un buen trabajo que te permite aportar, acompañar a otros en su desarrollo, crecer personalmente y aprender de este círculo tan complejo que es el transporte. Todos los días se aprende, hay que ser positivo, generar confianza y seguridad a ti mismo y a las personas que te rodean.
¿El truco para disfrutar de tu trabajo?
Crear un buen equipo en el que, a pesar de las tensiones del día a día, todos contemos con todos.
“Siempre tienes 2 opciones: tu compromiso frente a tus miedos”